sábado, 21 de abril de 2007

La ira y el estrés afectan el higado



Sencilla fórmula oriental para combatirlos

He aquí un relato muy familiar para la mayoría de nosotros:

“Esta mañana me demoré un poco más de lo planeado para salir de mi casa. Luego me encontré atrapada en un trancón que parecía una eternidad. El celular comenzó a sonar. Llegaron los primeros problemas del trabajo. Estaba nerviosa. Sabía que había ocho personas esperándome en la reunión. Al fin llegué 45 minutos retrasada. Casi sin respirar, me disculpé y participé en los temas que había que resolver.
“Me sentí estresada, acelerada y sin paciencia. Al medio día me permití un momento para ‘tragarme’ el almuerzo, mientras respondía el celular. Enseguida me alisté para la próxima cita. En la noche llegué agotada a la casa. Me esperaba mi hijo pequeño y mi esposo. Mi único deseo era el de comer y sentarme al frente del televisor para olvidarme del estrés. Entró una llamada de una tía buscando consejos porque su hijo estaba muy enfermo. Mientras, mi pequeño, lleno de energía, me jalaba la manga para que admirara su nuevo juguete. En ese momento se me rompió el hilo de la paciencia.
“El estrés acumulado hizo que respondiera de forma agresiva y el pequeño comenzó a llorar.Me di cuenta de mi estado de ánimo y de mis reacciones. Entonces entró un gran sentimiento de culpabilidad”.

Este relato muestra cómo el estrés comienza a afectar nuestro estado emocional creando una reacción irracional de irritación. Si no nos damos tiempo para reflejar y soltar los estados de estrés, este comenzará lentamente a acumularse en los órganos del hígado y de la vesícula biliar, según el conocimiento milenario oriental, creando un desequilibrio en todo el cuerpo.
La irritación se convierte en ira reprimida o en frustraciones. En muchas ocasiones buscamos relajarnos tomándonos un traguito, sin saber que el alcohol perjudica la función del hígado.
Si repetimos este procedimiento con periodicidad, afectaremos negativamente el funcionamiento de estos órganos, lo cual puede desencadenar problemas hepáticos, reflejados en dolores de cabeza frecuentes, dolores lumbares en la espalda y reacciones agresivas.

La sabiduría milenaria oriental del masaje energético japonés “Jin Shin Jyutsu”, nos ofrece un ejercicio supremamente simple para armonizar el estrés producido por las emociones de frustración e ira.

Primero: relaje los hombros, exhale profundamente todo el estrés físico e emocional y luego inhale suavemente el aire puro y fresco cargando cada célula con luz y vitalidad.
Con la mano derecha tomamos el dedo medio de la mano izquierda y seguimos contando 21 exhalaciones suaves y armoniosas.
Cambiamos, con la mano izquierda tomamos el dedo medio de la mano derecha, soltamos los hombros y exhalamos suavemente 21 veces. Sentimos como la sonrisa del corazón se expande por todo el cuerpo. Juntamos las dos manos en posición de rezo y exhalamos nuevamente 21 veces.
Sentimos paz y armonía. Ahora podemos disfrutar de nuevo a nuestros pequeños, compartiendo su alegría.


Por: LEONOR SCHMIDT- MUMM

Instructora de Zhineng Qigong y Jin Shin Jyutsu

Informes:
www.be-it-is.de
leonorschmidt@gmx.net
Bogotá, Colombia Tel: 6130304

Publicado en el Periódico la Alhambra


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